La Beligerancia Del Medio Ambiente

La guerra ha estado ligada al desarrollo social del hombre, no hay que agudizar nuestros sentidos para percibir los diferentes cambios geográficos y culturales que han surgido a través de la historia a causa de conflictos sociales.

Durante los primeros periodos evolutivos, las guerras eran por supervivencia, pasando a guerras territoriales cada vez más violentas y catastróficas, pero debido al desarrollo de la ciencia, los estragos que causa la guerra son irremediables.

La ciencia abre las puertas a la contaminación y al deterioro ambiental, puesto que, el desarrollo en pro de la guerra ha generado componentes bélicos que confinan y abolen todo rastro natural.

De tal modo, la ciencia ha estado a disposición del conflicto y el poder, pero se le atribuye también el desarrollo tecnológico, la conquista del poder subjetivo pues ya, esta guerra no es solo a través de la violencia, sino por medio de la alienación de masas para la producción del sistema.

En Colombia la guerra se presenta por la adquisición del territorio que representa poder, y está dada por el gobierno y la guerrilla, que “Son dueños de la tierra, los recursos y los negocios, y les sobra la mano de obra, pues la población ha crecido, así como los medios técnicos que permiten prescindir de ella. No obstante, las profundas asimetrías generadas han dado lugar, por el contrario, a una ingobernabilidad generalizada, donde todas las formas de violencia surgen como respuesta a la escasez artificialmente creada, aprovechando condiciones ambientales que aún permiten sustraerse al control y encontrar formas alternativas de vida. Un vasto sector de la sociedad, acosada por las violencias comunes, ve impotente cómo, además, se desarrolla la guerra entre Estado, guerrilla y paramilitares”[1].

Hoy esta apropiación de tierras produce una escasez y abundancia; abundancia en desempleo y escasez en recursos naturales.

Los suelos, las llanuras, los ríos y demás recursos naturales son apropiados y privatizados para la producción de otros recursos deshonestos en poder de una minoría que cada día busca hacerse más rica, pero ¿Cómo y cuanto más?.

Los países subdesarrollados como el nuestro son un blanco perfecto para la explotación de recursos y la fecundación de nuevos monopolios, pues logran deslumbrar con su discurso de oportunidades laborales, desarrollo tecnológico y hasta la gran apertura comercial pero ¿Hasta qué precio?, SI SOMOS LOS QUE SUBSISTIMOS CON CADA UNA DE LAS CATASTROFES QUE DEJAN A SU PASO, INMOLANDO NUESTRO PORVENIR, PENSAMIENTO Y ENTORNO.

La guerra no sólo no acaba con la concentración de poder sino que la propicia, profundizando desigualdades y desgarrando al país. Unos pocos ricos están hoy más ricos que nunca, en capacidad de comprar los desvalorizados bienes de una clase media en vía de extinción, que trata de salir del país. Mano de obra sobra, el desempleo es más elevado que nunca, y ello es un ambiente propicio al descontento y a la guerrilla que, como administradora de recursos del narcotráfico, es una buena fuente de empleo, como lo es también el paramilitarismo”[2]

Lina Marcela Bernal Marulanda

Referencias Biibliograficas


[1] http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/IDEA/2009122/lecturas. “Fundamentos ecológicos y biológicos”. Germán Márquez

[2] http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/IDEA/2009122/lecturas. “Fundamentos ecológicos y biológicos”. Germán Márquez

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